Sal de tu hotel y dirígete al sur por la Carretera Panamericana hacia el Santuario Arqueológico de Pachacamac, situado a sólo 30 kilómetros de Lima. Este complejo -construido en adobe y con vistas al océano Pacífico y al valle del río Lurín- era un lugar de peregrinación para muchas de las culturas que formaban el antiguo Perú. Sin embargo, tras la llegada de los incas, el lugar se adaptó como centro administrativo, respetando siempre las construcciones locales. Entre las estructuras, destacan el Templo del Sol, el Acllahuasi, el Palacio de Taurichumbi y la Plaza de los Peregrinos, entre muchas otras. Tras recorrer el recinto, dirígete al museo del lugar, donde podrás familiarizarte con una cronología más precisa de la zona y apreciar algunos de los vestigios rescatados de aquí antes de regresar a Lima.

Una vez en Lima, te conducirán al distrito de Barranco, conocido por su esencia bohemia y culturalmente rica, y por ser un tradicional lugar de encuentro de artistas y escritores locales a lo largo de los años. Este barrio histórico alberga el hermoso Museo Pedro de Osma -ubicado en una exquisita mansión de estilo art nouveau maravillosamente conservada-, que presenta un excepcional surtido de arte virreinal peruano y surandino coleccionado por Pedro de Osma Gildemeister, filántropo y coleccionista de arte peruano.

El museo contiene más de 1.500 piezas que datan de entre los siglos V y XIX. Hay una variada colección de pinturas que van desde el manierismo y el arte mariano, hasta arcángeles, arte cusqueño, pinturas alegóricas, retratos, muebles, esculturas, piedra de alabastro tallada, piezas de restauración, una soberbia sala de piezas de plata y arte de las antiguas culturas tiahuanaco e inca. Todas las piezas que se exponen en la mansión y en sus dos galerías adyacentes están cuidada y cuidadosamente expuestas de una forma muy interesante y bien presentada, destinada a despertar la curiosidad y el asombro de todos los visitantes de este exclusivo establecimiento histórico.